¿Fumar o no
fumar?
El consumo de tabaco y sus efectos constituyen una de las peores
epidemias que enfrenta la humanidad en la actualidad. Cada año
el tabaco causa 3,500,000 muertes en el mundo, lo que significa 10,000 muertes diarias.
Si continúa esta tendencia, los fallecimientos ascenderán a 10,000,000 por año
entre el 2020 y 2030.
A muchos
jóvenes les agrada la sensación que sienten cuando fuman. Ese sentimiento
agradable es causado por la nicotina. Algunas muchachas fuman porque piensan
que esto les ayuda a bajar de peso o a mantenerse delgadas. También, hay
quienes se sienten libres e independientes y otros porque así se sienten bien cuando
están en grupo. Sin embargo, es necesario que los jóvenes reflexionen sobre las
consecuencias que tiene el consumo de tabaco y si vale la pena poner en riesgo
su vida.
Un cigarro
contiene cerca de 4,000 químicos, la mayoría de ellos venenosos. Por ejemplo,
la nicotina es un veneno mortal, el arsénico es un veneno utilizado para matar
a las ratas, el metanol es un componente de la gasolina de los cohetes y el
cianuro de hidrógeno es utilizado en las cámaras de gas. Cada vez que una persona
fuma, pequeñas cantidades de todos estos químicos pasan a la sangre a través de
los pulmones y de ahí a todas partes del cuerpo, causando daños en todo el
organismo.
Algunas
consecuencias del consumo son las siguientes:
• El cuerpo
y el aliento de la persona huele a tabaco.
• Dientes
manchados y caries.
•
Disminución de los niveles hormonales.
• Los
fumadores jóvenes tienen pulmones más pequeños que los no fumadores.
• Los
fumadores padecen con frecuencia bronquitis y laringitis.
Además, el
consumo de tabaco es la causa más frecuente de varios tipos de cáncer: de
pulmón, laringe, boca y esófago.
Pero no
solamente los consumidores se ven afectados por los daños que ocasiona el
tabaco. Los no fumadores que conviven con fumadores en ambientes familiares,
laborales, etc; aspiran la mitad del humo que los demás. De esta forma, el
fumador pasivo sufre de afecciones respiratorias como sinusitis y bronquitis, y
puede llegar a desarrollar alguno de los tipos de cáncer.
Es necesario
que los fumadores y, sobre todo, los jóvenes reflexionen sobre si vale la pena
exponerse ellos mismos, a su familia, amigos, compañeros de trabajo a las
enfermedades, el sufrimiento y la muerte. En cada uno está la decisión que permitirá
gozar de una vida saludable o pasar a formar parte de las estadísticas que
reflejan la cantidad de vidas desperdiciadas en el humo de un cigarro.
Referencia bibliográfica: Lengua y Literatura 9, (MINED, 2016) Nicaragua.
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